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Respuesta camping:
En representación del camping LOS ROBLES y tan sorprendida como indignada, me siento en la obligación de responder a la opinión de una presunta “cliente insatisfecha”, opinión que considero tan ruin y ofensiva como cargada de odio, envidia y venganza, por tratarse más de una acusación sin pruebas de la comisión de hechos graves y para hacer daño a nuestra reputación, que de una crítica sobre la actividad real del establecimiento.
En primer lugar, la “cliente insatisfecha” afirma que el camping LOS ROBLES “maltrata a sus empleados y a los campistas y se ríe de los campistas”. Ante esta imputación tan grave y falsa debo asegurar que, como cualquier empresa común y corriente, a los trabajadores se les dispensa un trato correcto y se les paga el salario establecido a cambio de profesionalidad y educación en la prestación del servicio: es curioso que, de una plantilla habitual de nueve personas, seis empleados repitan, esta temporada de dos meses, para ser “maltratados”.
En segundo término, la vileza de la “cliente insatisfecha” la impulsa a añadir que el camping LOS ROBLES también “maltrata a los campistas y se ríe de ellos”, con el ánimo de desacreditarnos, pero se equivoca, porque lo que hacemos es reírnos con nuestros clientes y convivir con ellos porque, gracias a Dios y en muchos casos, además de clientes son amigos. A los clientes, desde el que deja mil euros hasta el que abona un euro, les doy las gracias por elegir mi establecimiento, ya que, gracias a ellos, obtengo unos ingresos que me permiten vivir con la dignidad de la que dicha “cliente insatisfecha” tal vez carezca.
No conforme con calumniar, esta “cliente insatisfecha” recurre a la injuria para desprestigiarnos al escribir, desde su perversa ignorancia, sobre los “precios tan altos en las comidas para su pésima calidad”. Para salir de dudas, puede preguntar a los proveedores acerca de la calidad de los productos alimenticios que compramos, para que le confirmen que siempre, hablando de calidad y variedad, exigimos lo mejor de lo mejor para conservar, atraer y satisfacer a nuestros clientes. En cuanto a los precios, sólo he de decirle que busque y compare, que los gustos y criterios de los consumidores son diversos, que los precios, normales para unos, pueden ser caros o baratos para otros,…; pero que el desconocimiento, unido al rencor, conduce a manipular la realidad de los hechos y de las conductas.
Finalmente, considero que el nivel intelectual y ético de la “cliente insatisfecha” es similar al calificativo que le dedica al camping y con el que encabeza el escrito; que calumniar, mentir e insultar para difamar no puede salir gratis ni quedar impune.